Publicado: 18 de Junio de 2018

Los empleados de una empresa de limpieza en Gijón tienen que enfrentarse en muchas ocasiones a la suciedad extrema y a las manchas más difíciles, esas que ponen a prueba la eficacia de los mejores productos de limpieza. Cuando se conoce el origen de la mancha, es mucho más sencillo eliminarla porque sólo hay que elegir el producto más adecuado para cada caso y utilizarlo convenientemente. Sin embargo, algunas personas piensan que utilizando al mismo tiempo dos productos diferentes de gran eficacia limpiadora, como la lejía y el amoniaco, conseguirán disolver esas manchas difíciles. Y eso, no solo no es así, sino que, además, se corre un grave peligro.

Como bien sabemos quienes trabajamos en cualquier empresa de limpieza de Gijón, por separado, lejía y amoniaco son dos productos de limpieza muy eficaces; la lejía, por su alto poder desinfectante, mientras que como quitagrasas, el amoniaco no tiene rival. Pero nunca, bajo ningún concepto, deben mezclarse. Al juntarse amoniaco y lejía se produce una reacción química que genera un gas altamente tóxico llamado cloramina (NH2Cl), que cuando entra en contacto con las mucosas de la nariz y garganta, se descompone y genera ácido clorhídrico y otros radicales libres. El ácido clorhídrico es muy corrosivo, provocando graves quemaduras; por su parte, los radicales libres dan lugar a la destrucción celular y, en largas exposiciones, pueden generar procesos cancerígenos muy diversos.

Si la exposición a estos gases es durante un periodo corto de tiempo, apenas unos minutos, comienzan a aparecer síntomas como el escozor de ojos, dolor de cabeza, tos y fuerte picor en la garganta, pero si la exposición es más duradera, puede llegar a ser mortal.

Para eliminar manchas difíciles es preferible que te pongas en contacto Limpiezas Moro y dejes que seamos los profesionales los que nos encarguemos de ello.